Por Saúl Barrera, especialista en gestión pública.
El lunes 14 de setiembre el Alcalde Metropolitano de Lima, Jorge Muñoz, suscribió las actas que finiquitan la transferencia de las funciones administrativas y operativas sobre el Metropolitano y los corredores complementarios a favor de la Autoridad de Transporte para Lima y Callao – ATU. Con ello, se finaliza un largo proceso que se inició con la creación de la ATU a finales del 2018 mediante la ley N° 30900, con el objetivo de planificar, regular, gestionar, supervisar, fiscalizar y promover la operación del sistema integrado de transporte de Lima y el Callao.
Al ganar las elecciones, el alcalde Muñoz conocía de la creación de la ATU, y del inminente traslado de las competencias metropolitanas en movilidad urbana a dicha institución. Poco antes de asumir el cargo, afirmaba que “Con la ATU se evitará además el fraccionamiento de la gestión del transporte entre muchas autoridades”, y que le correspondía “desprendernos de funciones y entregarlas de la mejor manera”[1].
Sin embargo, ya en marzo de 2019, anunciaba la construcción de la ampliación de la ruta del Metropolitano en 10,2 km, con 18 nuevas estaciones, para llegar hasta el distrito de Carabayllo. Señaló entonces que las obras se iniciarían entre agosto y setiembre del año 2019, y culminarían a fines de 2020 con una inversión de 380 millones de soles financiados a través de un préstamo del Banco Mundial[2].
Los meses transcurrían y los recursos para financiar la obra no se concretaban. Los recursos ordinarios de la MML no eran suficientes, y tomar un crédito internacional no es algo sencillo ni rápido. Y quizás, lo más importante, se trataba de una infraestructura relacionada al transporte urbano, sobre el cual la MML inexorablemente iba perder competencia en un futuro cercano. ¿No hubiera sido más sensato apurar la transferencia a favor de la ATU, para que sea el poder ejecutivo el que asuma los costos de la ampliación de la ruta del Metropolitano? Y de esa manera no recurrir a un endeudamiento que, sin duda alguna, afectará el exiguo presupuesto de la MML.
“¿No hubiera sido más sensato apurar la transferencia a favor de la ATU, para que sea el poder ejecutivo el que asuma los costos de la ampliación de la ruta del Metropolitano? Y de esa manera no recurrir a un endeudamiento que, sin duda alguna, afectará el exiguo presupuesto de la MML.”
En un tweet del 21 de noviembre de 2019, el alcalde Muñoz señalaba: “Hoy hemos aprobado el convenio mediante el cual la ATU delega a la Municipalidad de Lima las competencias para la ejecución del proyecto de ampliación del tramo norte del Metropolitano hasta Carabayllo”. El préstamo del Banco Mundial recién fue aprobado en mayo de este año, y en junio el alcalde Muñoz anunció que la buena pro de la obra de la ampliación del Metropolitano se daría en el mes de setiembre. Sin embargo, el lunes último, antes de suscribir las actas de transferencia a favor de la ATU, señaló que recién en los “próximos meses” se conocerá la empresa que ejecutará la ampliación del Metropolitano. Es decir, una nueva postergación.
Pero, este no es el único tema, en materia de transporte urbano, en el cual la MML persiste en continuar involucrada. A inicios de este año, se informó que la ATU también le delegaría funciones para realizar los estudios técnicos de los teleféricos que se propone construir entre SJL y Comas. El costo aproximado de la obra sería de 400 millones de soles[3].
“Pero, este no es el único tema, en materia de transporte urbano, en el cual la MML persiste en continuar involucrada. A inicios de este año, se informó que la ATU también le delegaría funciones para realizar los estudios técnicos de los teleféricos que se propone construir entre SJL y Comas.”
¿Qué ha movido a la Municipalidad de Lima a persistir con la gestión de proyectos para sistemas de transporte cuyas competencias ya no le pertenecen?
Desde su creación, la ATU no ha exhibido celeridad y decisión respecto al ejercicio de sus competencias. Fue creada para que las ejerza cómo autoridad única, no para delegar en otras entidades las tareas que le han asignado. Asimismo, debiera mostrar una mayor capacidad de gestión en la gobernanza del transporte. Tenía plazo hasta julio de 2019 para aprobar los reglamentos de transporte en la ciudad, lo cual no ocurrió. Luego, a fines de 2019, su presidenta ejecutiva aseguró que para el primer trimestre del 2020 estarían aprobados los nuevos reglamentos de transporte regular de personas y de personal, así como para taxis, buses y movilidad escolar, a fin de mejorar las condiciones en las que se brindan dichos servicios[4]. Esto tampoco ocurrió. ¿Lograrán ser aprobados antes que finalice el 2020? ¿Para esto se centralizó el transporte urbano en el gobierno nacional?
“Desde su creación, la ATU no ha exhibido celeridad y decisión respecto al ejercicio de sus competencias. Fue creada para que las ejerza cómo autoridad única, no para delegar en otras entidades las tareas que le han asignado. Asimismo, debiera mostrar una mayor capacidad de gestión en la gobernanza del transporte.”
Por otro lado, sabemos que el transporte es un tema polémico pero que también está en el centro de la opinión pública, y que, así como genera importantes dolores de cabeza, permite exhibir grandes obras y objetivos de gestión. No olvidemos que, exceptuando a los Panamericanos, las últimas grandes obras que se han hecho en Lima han sido relacionadas a la movilidad: Metropolitano, Metro Línea 1, Línea Amarilla, y ahora el Metro Línea 2. ¿Quién se gana el derecho a salir en la foto del éxito?
A cerca de cumplirse los dos años de la creación de la ATU, el ordenamiento del transporte urbano en la ciudad aún sigue siendo una promesa. Asimismo, consideramos que a partir de ahora la MML debería concentrarse en las competencias que por Ley le corresponden, focalizando los esfuerzos y escasos recursos que tiene en la atención de las importantes y urgentes necesidades de la ciudadanía.
“Asimismo, consideramos que a partir de ahora la MML debería concentrarse en las competencias que por Ley le corresponden, focalizando los esfuerzos y escasos recursos que tiene en la atención de las importantes y urgentes necesidades de la ciudadanía. “
[1] Diario Peru21 de fecha 28 de diciembre de 2018.
[2]http://www.munlima.gob.pe/noticias/item/37789-alcalde-anuncia-construccion-de-18-nuevas-estaciones-del-metropolitano
[3] Diario La República de fecha 17 de enero de 2020.
[4] Diario Peru21 de fecha 17 de diciembre de 2019.
Me parece que es erróneo lo siguiente “Y quizás, lo más importante, se trataba de una infraestructura relacionada al transporte urbano, sobre el cual la MML inexorablemente iba perder competencia en un futuro cercano”. Una de las funciones de la ATU está referida a la operación de los sistemas de transportes en Lima y Callao concesionados, mientras que los proyectos de infraestructura de transporte siguen estando a cargo de las municipalidades de Lima y Callao. Lo que sí es cierto, la ATU sí debe opinar sobre estos proyectos, porque a futuro (etapa de operación), será la encargada de administrar los contratos de concesión.
Estimada María, entiendo que la ATU ha asumido las competencias sobre la infraestructura y operación del transporte público de Lima. Lo que Lima mantiene es su competencia sobre las vías metropolitanas, y debe consensuar con la ATU las obras de infraestructura cuando estas involucran a la del transporte público.
Te agradecería si puedes darnos mayores alcances sobre tu comentario.
Muchas gracias.
Aldo Facho Dede, Editor Principal.