Por Horacio Núñez, arquitecto urbanista.
La obra del Paul Klee (Dream city, 1921), sirve de referencia para reflexionar sobre la pertinencia de construir una nueva imagen objetivo de uno de los más grandes inventos de la humanidad: la ciudad[1]. Cien años después de que este artista nos dejara esta obra magistral, nos atrevemos a repensar los paradigmas del desarrollo contemporáneo, y sobre la imperiosa necesidad de diseñar un nuevo modelo o arquitectura institucional para gestionar nuestras ciudades.
“Las dimensiones políticas, económicas, culturales y ambientales están condicionadas por un modelo económico neo liberal, y una política económica que no permite garantizar al Estado los derechos constitucionales de sus ciudadanos; así como para enfrentar la desigualdad, la crisis sanitaria y climática. En definitiva, garantizar el bien común.”
La complejidad de los sistemas urbanos, en términos de metabolismo urbano y de la sustentabilidad, son evidentes, la interdependencia entre matriz biofísica del territorio y las dinámicas y procesos socio ecológicos están condicionados por un conjunto de factores interrelacionados. Las dimensiones políticas, económicas, culturales y ambientales están condicionadas por un modelo económico neo liberal, y una política económica que no permite garantizar al Estado los derechos constitucionales de sus ciudadanos; así como para enfrentar la desigualdad, la crisis sanitaria y climática. En definitiva, garantizar el bien común.
“Este año nos ha permitido visualizar la grave crisis de nuestra ciudad, y en el caso particular de Lima, se evidencian los factores críticos de exclusión y marginalidad, con una alta tasa de contagios y mortalidad. El caso del abastecimiento de agua potable, y sus costos para las familias más vulnerables, denota nuestras las graves limitaciones para la gobernanza; frente a lo cual el discurso político de resiliencia y adaptación resulta insultante.”
A nivel global, los debates propugnados por Carlos Moreno para París sobre la ciudad de los 15 minutos, o de una mayor conectividad y multifuncionalidad; la visión territorial de Francisco Vegara para Madrid, con sus diamantes territoriales; o la propuesta de supermanzas de Barcelona, han dado la pauta de lo que podría ser el futuro de nuestras ciudades. Mientras tanto, a nivel local, estamos siendo testigos de dos procesos simultáneos de actualización-formulación de los planes de desarrollo urbano para Lima y para el Callao, uno para cada una, siendo que es la ciudad es, espacialmente, una sola.
“(…) a nivel local, estamos siendo testigos de dos procesos simultáneos de actualización-formulación de los planes de desarrollo urbano para Lima y para el Callao, uno para cada una, siendo que la ciudad es, espacialmente, una sola.”
Si bien se entiende que por la fragmentación política del territorio metropolitano la Municipalidad Metropolitana de Lima y la Provincia Constitucional del Callao tengan la misma responsabilidad de dar solución a temas clave como: la mitigación de riesgos, la preservación de los ecosistemas, la gestión y clasificación del suelo, la reducción del déficit habitacional, el transporte público, la prestación de servicios básicos, la dotación de equipamientos, la preservación del patrimonio cultural, entre otros; ambas fracciones de la región metropolitana cumplen roles y funciones que van más allá de sus límites jurisdiccionales, y las decisiones que se tomen son estratégicas para el País. Sorprende que instituciones como el Banco Mundial y el Ministerio de Vivienda limiten su participación a cumplir con la meta de contar con instrumentos actualizados, sin abordar el tema central de su carácter unitario. Se trata de una ciudad, un sistema de alta complejidad que requiere un modelo de gestión integrado. Una visión con futuro.
“Si bien se entiende que por la fragmentación política del territorio metropolitano la Municipalidad Metropolitana de Lima y la Provincia Constitucional del Callao tengan la misma responsabilidad de dar solución a temas clave (…) ambas fracciones de la región metropolitana cumplen roles y funciones que van más allá de sus límites jurisdiccionales, y las decisiones que se tomen son estratégicas para el País.”
Por ello, las visiones de los PDU de Lima y Callao en lugar de excluirse mutuamente, deben potenciar su carácter unitario y complementariedad, como el sistema urbano de mayor importancia en la costa del Pacífico Sur; estableciendo una imagen objetivo holística y sinérgica de organización territorial, gobernanza y de desarrollo humano sustentable; para el reposicionamiento de la Región Metropolitana y el país en su conjunto, dados sus roles y funciones capitales.
[1] Edward Gleaser, «El Triunfo de la Ciudad».
Foto: 146855267 © Morganeborzee – Dreamstime.com
Lima metropolitana es el ombligo del Perú, es la ciudad más importante del país, y claro económicamente es el motor del mismo. Geopoliticame es también de mayor importante en un contexto continental y si sumamos a esto su inclusión en el corredor biológico de la costa central la hace más importante e interesante para el bien común tal como afirma Horacio Núñez en su artículo. Y concuerdo con él que incluso en pandemia vale la pena soñar.
Muchas gracias Andrés por tus aportes, y por visitar nuestra página.
Saludos.
Aldo Facho Dede
Editor Principal
Soy de Pucallpa, que interesante leer estos artículos, necesitamos tener aportes para las ciudades de provincias en los temas de desarrollo y crecimiento, teniendo en cuenta las dimensiones políticas, económicas, culturales y ambientales que atraviesa cada ciudad, porque ni siquiera hemos podido superar con la dotación e implementación de los servicios básicos que necesitan nuestros pueblos.
Estimado Julio César, muchas gracias por tu comentario, y por revisar la página. Me gustaría tener contar con tu apreciación sobre tu ciudad. Si estás interesado, escríbeme a contacto@urbanistas.lat
Cordialmente.
Aldo Facho Dede, editor principal.