CIUDADES MÁS JUSTAS Y MENOS INFORMALES

Por Aldo Facho Dede, cofundador de la Red Latinoamericana de Urbanistas.

Reflexiones a partir del mensaje a la Nación del presidente Pedro Castillo.

Con el primer mensaje a la nación como presidente de la República del Perú del Sr. Pedro Castillo, se inicia un nuevo período de gobierno democrático en nuestro país, a continuación, analizaremos el discurso desde la perspectiva del desarrollo territorial y el urbanismo.

Primero que nada, es importante destacar el enfoque territorial y rural del mensaje presidencial. Como hemos visto en los diversos episodios de nuestro podcast “Ciudades que Inspiran”, uno de los temas que más se ha repetido es el de la distancia entre los diversos centros poblados y las ciudades principales del país, sobre todo las costeñas. Esta distancia no es sólo física, sino, y sobre todo, es la lejanía a las oportunidades para un mejor desarrollo de nuestros talentos y capacidades. Por contraste, lo que vemos en estas ciudades principales es cercanía, proximidad a esas oportunidades que las y los peruanos buscamos en nuestro territorio. En el episodio sobre Chota analizamos la frase de la entonces candidata sobre el hecho que había tenido que ir hasta ahí para realizar el debate, esa travesía puntual es la que realizan miles de peruanas y peruanos cada día, y pone en evidencia la urgencia de invertir en la infraestructura necesaria para acercarnos, y que el Estado se acerque a nosotros.

“Uno de los temas que más se ha repetido en nuestro podcast es el de la distancia entre los diversos centros poblados y las ciudades principales del país, sobre todo las costeñas. Esta distancia no es sólo física, sino, y sobre todo, es la lejanía a las oportunidades para un mejor desarrollo de nuestros talentos y capacidades. Por contraste, lo que vemos en estas ciudades principales es cercanía, proximidad a esas oportunidades que las y los peruanos buscamos en nuestro territorio.”

En ese sentido, el enfoque territorial y rural debería ser el punto de partida para reenfocar las políticas del Estado peruano, y en particular del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, para visibilizar la enorme diversidad de nuestras culturas y territorio, y comprender que la mejor forma de atenderla es descentralizando su accionar en alianza con los gobiernos regionales y locales. Para ello, la Ley de Desarrollo Urbano Sostenible, recientemente promulgada, es un gran avance, pues por primera vez en el Perú se aclara en un documento de ese rango el rol de las ciudades en el desarrollo integral de las personas, y, a partir de ello, el rol que debe tener el Estado en garantizar que ese desarrollo se dé de forma equilibrada, sostenible, justa e inclusiva.

“En ese sentido, el enfoque territorial y rural debería ser el punto de partida para reenfocar las políticas del Estado peruano, y en particular del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. (En ese sentido), la Ley de Desarrollo Urbano Sostenible, recientemente promulgada, es un gran avance, pues por primera vez en el Perú se aclara en un documento de ese rango el rol de las ciudades en el desarrollo integral de las personas, y, a partir de ello, el rol que debe tener el Estado en garantizar que ese desarrollo se dé de forma equilibrada, sostenible, justa e inclusiva.”

En segundo lugar, el presidente Castillo ha anunciado una serie de obras de equipamientos e infraestructura urbana, es decir, centros educativos y de salud, vías, trenes, agua y desagüe; junto a un importante presupuesto que se asignará a los gobiernos regionales y locales. Todo ello urgente y necesario para garantizar contextos equipados, saludables y seguros donde podamos desarrollar nuestros talentos y capacidades, y es muy importante que el enfoque sea territorial, urbano y rural.

Estas obras, como sabemos, se construyen o desarrollan en o entre los centros poblados, y demandarán un marco de planificación eficiente que permita que ese enorme esfuerzo de las y los peruanos se dé de forma coordinada, poder aprovechar al máximo el bienestar y riqueza que generan.

“En segundo lugar, el presidente Castillo ha anunciado una serie de obras de equipamientos e infraestructura urbana, (…) Estas obras, como sabemos, se construyen o desarrollan en o entre los centros poblados, y demandarán un marco de planificación eficiente que permita que ese enorme esfuerzo de las y los peruanos se dé de forma coordinada, poder aprovechar al máximo el bienestar y riqueza que generan.”

Sabemos que, si construimos un hospital, pero su entorno no cuenta con agua, desagüe, electricidad, internet, vías, parques, entre otros equipamientos y servicios que nos debieran dar las ciudades, estas grandes obras no podrán atender como debieran a las personas, y, por lo contrario, generarán una enorme especulación y ocupación informal del suelo; además del desperdicio de la oportunidad y de los recursos. Esto no debiera suceder, como tampoco el hecho que se siga urbanizando nuestro territorio de forma ilegal sin contar con esos servicios y equipamientos básicos, que hacen imposible poder cumplir la meta del Estado de que todas y todos los peruanos tengamos agua y desagüe.

En ese sentido, preocupa que el único anuncio directamente relacionado a la planificación urbana y rural sea la formalización de la propiedad, que sabemos que no resuelve la necesidad de viviendas dignas en entornos equipados, y que por lo contrario es un enorme negocio para mafias, traficantes de tierras y especuladores. El Estado Peruano debería dejar de reaccionar a la ocupación ilegal con la formalización, y por lo contrario, debería apostar de forma integral por la planificación como el mejor vehículo para determinar y coordinar las obras necesarias para garantizar entornos justos, equipados, saludables y seguros. Esto está planteado en la Ley de Desarrollo Urbano Sostenible, así como las herramientas para alcanzarlo.

“Preocupa que el único anuncio directamente relacionado a la planificación urbana y rural sea la formalización de la propiedad, que sabemos que no resuelve la necesidad de viviendas dignas en entornos equipados, y que por lo contrario es un enorme negocio para mafias, traficantes de tierras y especuladores. El Estado Peruano debería dejar de reaccionar a la ocupación ilegal con la formalización, y por lo contrario, debería apostar de forma integral por la planificación como el mejor vehículo para determinar y coordinar las obras necesarias para garantizar entornos justos, equipados, saludables y seguros.”

En esa misma línea, construir los trenes de la costa y sierra sin un marco de planificación territorial y urbano podría, lejos de fortalecer la producción y mejorar el desarrollo territorial, afectar irreversiblemente a nuestros ecosistemas e incrementar las brechas de equipamientos y servicios. Para ello, y para lo anteriormente mencionado, necesitamos que se fortaleza la capacidad no sólo de planificar, sino, y sobre todo, de implementar las políticas y acciones que se derivan de la planificación, para frenar a los especuladores e informales que se aprovechan de la necesidad y anhelo de la casa propia, y condenan a nuestras hermanas y hermanos a vivir en condiciones infra urbanas.

Veamos Chinchero como una pequeña muestra de lo que el accionar del Estado sin un marco de planificación territorial y urbana, trabajado desde el lugar y con los habitantes, le hace a nuestro territorio y legado cultural. Eso no se debería repetir nunca más.

“Veamos Chinchero como una pequeña muestra de lo que el accionar del Estado sin un marco de planificación territorial y urbana, trabajado desde el lugar y con los habitantes, le hace a nuestro territorio y legado cultural. Eso no se debería repetir nunca más.”

Finalmente, y englobando lo antes mencionado, es muy importante destacar su mensaje sobre la protección y desarrollo del medio ambiente, que se suma al del fortalecimiento y protección de las culturas. Es en la diversidad de nuestro territorio, que ha sido la base para la enorme riqueza y diversidad de nuestras culturas, que debiéramos encontrar las sendas para poder imaginar un Perú más justo y equilibrado hacia el tricentenario. Para ello deberíamos dejar de pensar en el desarrollo urbano desconectado del desarrollo territorial, de la infraestructura de transportes y comunicaciones, y del desarrollo económico, social y cultural, hoy en por lo menos diez carteras distintas, y consensuar instrumentos de planificación multiescalar y transversal que nos permitan poder hacer más eficiente el accionar del estado y el sector privado en equilibrio con nuestros ecosistemas y culturas. Para ello, el Viceministerio de Gobernanza Territorial y CEPLAN deberían cumplir un rol mayor, acompañando a los distintos sectores y niveles de gobierno en la coordinación de acciones conjuntas.

“Es en la diversidad de nuestro territorio, que ha sido la base para la enorme riqueza y diversidad de nuestras culturas, que debiéramos encontrar las sendas para poder imaginar un Perú más justo y equilibrado hacia el tricentenario.”

El mensaje a la nación plantea enormes retos para el urbanismo peruano, esperemos que los actores políticos, técnicos, empresarios y sociedad civil estemos a la altura de ello, la aprobación de la Ley de Desarrollo Urbano Sostenible es una importante muestra que, si podemos pensar en conjunto, y llegar a acuerdos mayores que nos permitan construir una nación más justa y sostenible.

“El mensaje a la nación plantea enormes retos para el urbanismo peruano, esperemos que los actores políticos, técnicos, empresarios y sociedad civil estemos a la altura de ello, la aprobación de la Ley de Desarrollo Urbano Sostenible es una importante muestra que, si podemos pensar en conjunto, y llegar a acuerdos mayores que nos permitan construir una nación más justa y sostenible.”