Por Melissa Torres Samamé, arquitecta
20/06/2022
A ritmo de arengas, la ciudadanía organizada ha salido a las calles en rechazo a la remoción de 42 árboles que plantea el proyecto “Renovación de veredas y adquisición de mobiliario urbano”[1] en la Avenida Balta, que viene ejecutando la Municipalidad Provincial de Chiclayo.
La Avenida Balta es una de las calles más emblemáticas de la ciudad, pues en ella converge historia y memoria, edificios patrimoniales, dinámicas comerciales y un agradable paisaje urbano, gracias a sus árboles y aves que la caracterizan. Es por ello que, el alcalde Marcos Gasco, a puertas de culminar su gobierno inició la ejecución de este polémico proyecto, pese a que viene siendo cuestionado por no contar con un Plan de Impacto Ambiental, ni la aprobación del Área de Parques y Jardines y Cultura. El Colegio de Arquitectos, SERFOR y FEMA[2] también se han pronunciado al respecto.
El proyecto no solo aborda la remoción de árboles, sino también la destrucción de más de 200 jardineras ubicadas a lo largo de la avenida, lo que implicaría que las raíces de los árboles sean expuestas y, por ende, conlleven a desestabilizarse y caer. Asimismo, la remoción de los árboles y jardineras afectaría a los tordos que pernoctan en la zona y despojaría de mobiliario urbano a los peatones que pasan a diario. En síntesis, la obra del alcalde Gasco destruirá el valor paisajístico y urbano de la avenida Balta, y afectará el ya frágil ecosistema de la ciudad.
“El proyecto no solo aborda la remoción de árboles, sino también la destrucción de más de 200 jardineras ubicadas a lo largo de la avenida (…) En síntesis, la obra del alcalde Gasco destruirá el valor paisajístico y urbano de la avenida Balta, y afectará el ya frágil ecosistema de la ciudad.”
Obras como esta instan la atención hacia nuestros espacios públicos. En ese sentido, ¿cuál es la visión de espacio público en Chiclayo? ¿Hasta cuándo debemos esperar para que las calles o parques sean atendidos como debieran? ¿cuánto interés hemos dirigido hacia ellos?
Si bien los espacios públicos deberían incentivar a que sus habitantes disfruten y se beneficien de ellos, en Chiclayo pasa lo contrario, pues no contamos con un modelo claro de ciudad o una política pública de espacios públicos pensados desde las personas y la naturaleza. Basta con recorrer sus calles para notar que los peatones no existimos para quienes las han diseñado: veredas estrechas, rotas, o interrumpidas por postes, y la casi inexistencia de árboles; todo ello en una ciudad calurosa y con altos niveles de radiación. Asimismo, la ciudad solo cuenta con 1,3 m2/hab. de áreas verdes[3], alejándonos cada vez más de poder “proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles”[4], como lo indica el objetivo 11.7 de la Agenda Urbana al 2030.
“(…) ¿Cuál es la visión de espacio público en Chiclayo? ¿Hasta cuándo debemos esperar para que las calles o parques sean atendidos como debieran? ¿Cuánto interés hemos dirigido hacia ellos?”
Si bien los espacios públicos deberían incentivar a que sus habitantes disfruten y se beneficien de ellos, en Chiclayo pasa lo contrario, pues no contamos con un modelo claro de ciudad o una política pública de espacios públicos pensados desde las personas y la naturaleza.
Durante la pandemia parecía asomarse un cambio de visión respecto a los valores sociales y económicos que confieren los espacios públicos, pues se restringió el pase vehicular al parque principal, se dio inicio a la ejecución de ciclovías emergentes y a la peatonalización de la calle Elías Aguirre, propuesta que viene desde el PDU de 1992. Sin embargo, al poco tiempo, todo se echó para atrás. Volvimos al tráfico de siempre, combis con aforo al 100% y se retornó nuevamente el acceso de autos al centro. Por ello, la ciudadanía debe estar alerta. Pues obras que consideren el mejoramiento de la transitabilidad vehicular y peatonal deben alertarnos sobre el riego de atentar contra nuestros árboles y el poco espacio peatonal que hasta ahora nos queda. En otras palabras, nos toca prestar atención a la decena de proyectos que se acercan en los próximos meses con el afán de rehabilitar, renovar y reparar calles en distintos sectores de la ciudad, para lo cual nuestros alcaldes no tienen ningún reparo en estrechar las veredas y eliminar los árboles y muy escasas áreas verdes de los espacios públicos viales.
“(…) nos toca prestar atención a la decena de proyectos que se acercan en los próximos meses con el afán de rehabilitar, renovar y reparar calles en distintos sectores de la ciudad, para lo cual nuestros alcaldes no tienen ningún reparo en estrechar las veredas y eliminar los árboles y muy escasas áreas verdes de los espacios públicos viales.”
Estando a cuatro meses de las elecciones municipales no podemos permitir la ejecución de obras que atenten contra nuestro patrimonio, flora y fauna urbana, ni menos admitir proyectos que no contemplen los estudios pertinentes bajo criterios urbanísticos, sociales y ambientales. Pero aún más, nos toca exigir a los próximos candidatos y candidatas atender por la planificación urbana de la ciudad poniendo en el centro a la caminata como la actividad humana y social que nos permita tener una relación directa con la naturaleza, nuestro patrimonio y nuestros conciudadanos. Urge entender que la atención de la movilidad urbana y los espacios públicos son pilares para hacer de Chiclayo una ciudad caminable, vivible y saludable, y que esto no solo depende de las autoridades, sino también de sus ciudadanos.
“(…) Urge entender que la atención de la movilidad urbana y los espacios públicos son pilares para hacer de Chiclayo una ciudad caminable, vivible y saludable, y que esto no solo depende de las autoridades, sino también de sus ciudadanos.”
[1] Consultoría de obra con Código Único de Inversiones – CUI N° 2519914
[2] FEMA: Fiscalía Especializada en Materia Ambiental
[3] PERIFERIA, 2018. Primer Reporte Nacional de Indicadores Urbanos 2018. https://d2ouvy59p0dg6k.cloudfront.net/downloads/ciudades_sostenibles_1.pdf
[4] https://www.un.org/es/chronicle/article/objetivo-11-las-ciudades-desempenaran-un-papel-importante-en-la-consecucion-de-los-objetivos-de