home ciudad, gobierno, vulnerabilidad AHORA QUE CIERRAN LAS PLAYAS ¿A DÓNDE VAMOS?

AHORA QUE CIERRAN LAS PLAYAS ¿A DÓNDE VAMOS?

Por Melissa Torres Samamé, arquitecta.

Playa de Chipiona. Cádiz (España). Imagen: Portal de Facebook Chipiona en red.

Una de las últimas medidas del gobierno peruano para frenar la propagación del covid-19 ha sido la de restringir el acceso a las playas durante la semana, y prohibirlo durante el fin de semana (1). Dicha medida fue duramente cuestionada por colectivos ciudadanos y especialistas, debido a que las playas cuentan con las características físicas recomendadas para reducir la propagación del virus: espacios abiertos, amplios y ventilados. Particularmente, en la ciudad de Chiclayo, se cuestionó lo paradójico que sería implementar estas restricciones a la vez que se acaba de inaugurar un nuevo centro comercial, en un contexto en el cual existen muy pocos espacios públicos seguros y de calidad. Si la lógica de no contagiarse es mantener el distanciamiento físico y acudir a lugares abiertos y ventilados para recrearnos, ahora que cierran las playas ¿a dónde vamos a ir?

“Particularmente, en la ciudad de Chiclayo, se cuestionó lo paradójico que sería implementar estas restricciones a la vez que se acaba de inaugurar un nuevo centro comercial, en un contexto en el cual existen muy pocos espacios públicos seguros y de calidad. Si la lógica de no contagiarse es mantener el distanciamiento físico y acudir a lugares abiertos y ventilados para recrearnos, ahora que cierran las playas ¿a dónde vamos a ir?”

La región Lambayeque es naturalmente privilegiada por contar con una amplia costa y playas aptas para el uso balneario. Lamentablemente, nuestras autoridades no han sabido aprovechar esa condición, y la escasa inversión en infraestructura turística ha hecho que pierdan su valor. Por ejemplo, el alcalde de Pimentel anunció la reapertura del muelle, enfocándose solo en la atención de servicios que provean una entrada económica; el malecón de Puerto Eten continúa con problemas de arenamiento, lo que imposibilita el acceso y disfrute (2); y el proyecto del circuito de playas está paralizado hace años. Entonces, es claro que no se ha dispuesto ninguna medida orientada a garantizar la salud de los ciudadanos frente a la coyuntura del covid-19.

Sin las playas, ¿dónde encontraremos un espacio público abierto y seguro donde podamos recrearnos?

Al parecer, persiste la idea de prohibir y restringir, y no de enfrentar los problemas de fondo. En este sentido, ciudades como Cartagena, Santa Elena (Ecuador) y Barcelona han dispuesto medidas y protocolos para que las personas puedan acceder a las playas de manera controlada y segura, reduciendo el contacto entre quienes no son del mismo núcleo familiar o que no viven en la misma vivienda. Algunas de las medidas han sido las de organizar los horarios de uso y controlar el aforo de las playas, para lo cual se han diseñado mecanismos de control de acceso, protocolos de limpieza, desinfección y control policial; además de campañas de educación y sensibilización. Además, se han fijado áreas por bañista, para asegurar el distanciamiento social y poder medir el aforo (4m2 en España y 10m2 en Colombia (3)).

“(…) ciudades como Cartagena, Santa Elena (Ecuador) y Barcelona han dispuesto medidas y protocolos para que las personas puedan acceder a las playas de manera controlada y segura, reduciendo el contacto entre quienes no son del mismo núcleo familiar o que no viven en la misma vivienda.”

Hacer de nuestras playas espacios seguros es un gran reto para los municipios, pero también es una oportunidad de orientar la gestión de nuestras ciudades hacia las personas, proveyéndonos de espacios públicos seguros y de calidad que garanticen nuestra salud física y emocional. Es por ello que lejos de restringir y prohibir el acceso a las playas, debieran diseñar los mecanismos y protocolos necesarios para que podamos disfrutarlas de forma segura. Asimismo, esta pandemia debiera ser también una oportunidad para fortalecer el compromiso y la responsabilidad de los ciudadanos en el cumplimiento de sus deberes y cuidado de su salud.

“Hacer de nuestras playas espacios seguros es un gran reto para los municipios, pero también es una oportunidad de orientar la gestión de nuestras ciudades hacia las personas, proveyéndonos de espacios públicos seguros y de calidad que garanticen nuestra salud física y emocional.”

(1)https://www.actualidadambiental.pe/wp-content/uploads/2020/10/Decreto-Supremo-170-2020-PCM-sobre-ingreso-a-playas.pdf

(2)https://larepublica.pe/sociedad/2020/09/25/arenamiento-amenaza-malecon-de-puerto-eten-lrnd/

(3) Protocolos por país:

Colombia:

https://as00.epimg.net/descargables/2020/09/05/8d11aa6ad44a61f785bf681247793ed5.pdf

Ecuador:

https://www.turismo.gob.ec/wp-content/uploads/2020/05/Protocolo-de-bioseguridad-para-destino-de-playas-FINAL.pdf

España:

https://www.portalfarma.com/Profesionales/campanaspf/Asesoramiento-salud-publica/infeccion-coronavirus-2019-nCoV/Documents/medidas-preventivas-recomendaciones-sanitarias-apertura-piscinas-playas.pdf

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *