home ciudad, gobierno, interes, opinión EL LEGADO DE LUIS CASTAÑEDA EN LA GESTIÓN DE LA CIUDAD

EL LEGADO DE LUIS CASTAÑEDA EN LA GESTIÓN DE LA CIUDAD

Por Aldo Facho Dede, arquitecto urbanista.

Fuente: MunLima

10/01/2023

El recientemente elegido alcalde de Lima, Sr. Rafael López Aliaga, mencionó en la juramentación del cargo que iba a dedicar su gestión a limpiar el nombre del Sr. Luis Castañeda Lossio (Chiclayo 21/06/1945 – Lima 12/01/2022), quien fuera tres veces alcalde de Lima (2003 a 2010, y 2015 a 2019) y fundador del partido político por el cual el Sr. Aliaga se presentó a la elección. Dada su importancia, en este artículo vamos a realizar un breve análisis de su legado en materia de urbanismo.

El Sr. Castañeda ganó las elecciones del 2003 derrotando a Alberto Andrade, quien perseguía un tercer mandato. Venía de dirigir el Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS), así como otras empresas públicas y privadas.  Tuvo el acierto de desarrollar su campaña en las zonas más vulnerables de la ciudad, donde habitaban miles de personas en condiciones precarias. Allí construyó escaleras para mejorar el acceso a las viviendas que habían sido levantadas en los cerros, en contraste con la recientemente inaugurada vía expresa Javier Prado, que era vista como una obra para “los ricos”, dado que había sido diseñada sólo para los autos particulares, conectando los distritos de mayor nivel adquisitivo de la ciudad.

“Tuvo el acierto de desarrollar su campaña en las zonas más vulnerables de la ciudad, donde habitaban miles de personas en condiciones precarias.”

Ya siendo gobierno, rápidamente se puso el casco de constructor y multiplicó esas obras cubriendo los cerros de escaleras amarillas y barandas con forma de soles, ambos símbolos de su partido político. Era tal el estado de abandono de estos asentamientos, que estas obras fueron vistas como un gran gesto de acercamiento de la municipalidad hacia sus vecinos. Lamentablemente, estas no fueron pensadas en el marco de la planificación urbana, y si bien atendieron una urgencia, terminaron siendo estímulos para la ocupación de las laderas, en zonas vulnerables que hasta ese momento eran vistas como poco accesibles. ¿Cómo accede un adulto mayor, una persona con discapacidad, o una familia con niños pequeños? ¿cómo llega una ambulancia, un carro de bomberos, o un patrullero? Esas preguntas demandan una visión integral de la ciudad y del problema de la vivienda, temas que fueron postergados sistemáticamente en sus gobiernos.

“Ya siendo gobierno, rápidamente se puso el casco de constructor y multiplicó esas obras cubriendo los cerros de escaleras amarillas y barandas con forma de soles, ambos símbolos de su partido político.”

Su visión política y experiencia como gestor le llevaron a proponer dos grandes acciones, la primera fue la creación de los Hospitales de la Solidaridad, creativo e innovador proyecto que permitió acercar un servicio de salud accesible a las personas que no contaba con la cobertura de la seguridad social o de un seguro privado. Su éxito permitió que se multipliquen por toda la ciudad, y que incluso se replique en otras ciudades del país. Asimismo, reorganizó la Empresa Municipal de Administradora de Peajes (EMAPE), por medio de la cual promocionó diversas obras viales mediante la concesión de las vías nacionales. Podemos decir que el alcalde Castañeda tuvo la habilidad de gestionar los recursos para las obras que consideró la ciudad necesitaba, utilizando tanto financiamiento público como privado. Pero dichas obras tuvieron un importante defecto en común: haber sido proyectadas de forma aislada, sin un planeamiento integral que las enmarque, y sin contemplar a los peatones. Esa visión parcial y centrada en los vehículos, no permitió justificar mayores inversiones que permitieran mejorar su integración y aprovechamiento para el desarrollo de la ciudad, y sobre todo, complejizó el desplazamiento de los peatones, convirtiendo las avenidas en espacios poco accesibles, peligrosos y excluyentes.

“Su visión política y experiencia como gestor le llevaron a proponer dos grandes acciones, la primera fue la creación de los Hospitales de la Solidaridad, creativo e innovador proyecto que permitió acercar un servicio de salud accesible a las personas que no contaba con la cobertura de la seguridad social o de un seguro privado.”

Una de las tareas de su segundo gobierno era la de actualizar el Plan de Desarrollo Metropolitano elaborado a finales de los 80. No lo hizo, en su lugar promulgó una ordenanza que amplió su vigencia, y habilitó ciertos ajustes a la gestión del suelo mediante los reajustes integrales de zonificación. Uno de los cambios más importantes fue eliminar el Coeficiente de Edificación como factor de regulación de la capacidad de construcción en un predio. Al eliminar el coeficiente, el potencial constructivo se empezó a medir a razón del área ocupada por la altura, generando automáticamente un importante incremento de metros cuadrados en los predios con zonificaciones de alta intensidad. Por ejemplo, predios con zonificación CM (Comercio Metropolitano) que tenían como coeficiente máximo 7, pasaron a tener con la nueva fórmula el equivalente a un coeficiente de 14 o hasta 18. Ello impactó notablemente en el mercado del suelo, y en la capacidad de la ciudad de poder atender la demanda de servicios y equipamientos generada por la sobre densificación.

Su rechazo a la planificación, sumado a la rivalidad con la Sra. Villarán, alcaldesa de Lima entre el 2012 y 2015, hizo que congelara el enorme esfuerzo desplegado para elaborar el Plan de Lima al 2035 (PLAM2035), y se retrocediera en la Reforma del Transporte. Esa actitud revanchista opacó su tercer mandato, llevándole a ejecutar obras en contra la opinión pública.

“Esa actitud revanchista (contra la gestión de la Sra. Villarán) opacó su tercer mandato, llevándole a ejecutar obras en contra la opinión pública.”

Las denuncias por corrupción fueron opacando su gestión, así como su incapacidad de comprender que ser alcalde es mucho más ejecutar obras, al costo que sea. La ciudadanía, mucho más madura y empoderada, le exigía planificar el crecimiento de la ciudad, más áreas verdes y un transporte seguro y de calidad, y él contestaba con cemento y asfalto. Ello le generó diversos conflictos con alcaldes distritales y colectivos ciudadanos, que terminaron en la cancelación o paralización de proyectos.

“Las denuncias por corrupción fueron opacando su gestión, así como su incapacidad de comprender que ser alcalde es mucho más ejecutar obras, al costo que sea.”

El alcalde Castañeda se fue aislando de forma gradual, y se escondió bajo su slogan “construyendo”, negándose a debatir y a hablar con la prensa. El punto de inflexión de esa forma de hacer política fueron los baipases de 28 de Julio, que ejecutó con un fuerte rechazo, y utilizando el dinero reservado para el Parque del Río Rímac. Dicha acción le generó una enorme impopularidad. Al cierre de su tercer gobierno, quedó claro que la ciudad no necesita un constructor, sino un gestor urbano que planifique el mejor y mayor bienestar colectivo en base a diálogos y consensos. De eso fue incapaz.

“Al cierre de su tercer gobierno, quedó claro que la ciudad no necesita un constructor, sino un gestor urbano que planifique el mejor y mayor bienestar colectivo en base a diálogos y consensos. De eso fue incapaz.”

En materia de movilidad urbana se avanzó muy poco durante su gestión, y se trabaron proyectos orientados a mejorar de forma integral la forma como nos movemos. Su obra más conocida, el Metropolitano, fue originalmente propuesta por el Sr. Andrade bajo el nombre de Lima Bus, y nunca fue pensada como parte de un sistema integral. El Sr. Castañeda se limitó a renovar las concesiones de rutas, y a hacer poco o nada para mejorar el funcionamiento de los corredores complementarios. La creación de la Autoridad del Transporte Urbano de Lima y el Callao (ATU) fue una reacción a ese desinterés en emprender una reforma integral del transporte público.

Luis Castañeda dejó la Municipalidad Metropolitana de Lima con más críticas que buenos recuerdos, con acusaciones y denuncias que le llevaron a recibir una orden de prisión preventiva[1], y con el triste slogan de “roba pero hace obra”.

Quizás su mayor legado sea el hecho de habernos demostrado que las ciudades no pueden manejarse de forma autárquica, sin un marco de planificación trabajado en base a diálogos y consensos; y que las escaleras, los baipases y las combis nos alejan de esa ciudad más justa, equilibrada y humana que anhelamos.

Sería muy importante que el alcalde López Aliaga nos comunique qué parte del legado del Sr. Castañeda es el que pretende reivindicar durante su gestión, para comprender mejor cómo hará de Lima una “potencia mundial”.

Fuente: PublicacionesLima

[1] https://larepublica.pe/politica/2020/02/14/luis-castaneda-lossio-en-prision-preventiva-las-obras-mas-cuestionadas-del-exalcalde-de-lima-oas-odebrecht-atmp/

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