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PERÚ: LOS REFUGIADOS CLIMÁTICOS Y LAS NUEVAS CIUDADES

Por Belén Desmaison, arquitecta urbanista

Barrio de Belén, Iquitos. Perú. Imagen: Matt Wootton

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para el 2050 habrá 250 millones de refugiados alrededor del mundo debido a los efectos del cambio climático.

Por otro lado, sabemos que Perú, debido a su diversidad geográfica y ambiental, es uno de los países más susceptibles a estos cambios. Urge, entonces, empezar a discutir como país qué hacer con un creciente número de ciudadanos forzosamente desplazados de sus hogares, barrios y ciudades debido a impactos ambientales e hidrometeorológicos.

 

“Hoy: las consecuencias de la guerra. Mañana: las consecuencias del cambio climático” Autor: Chris Madden. Fuente: Instagram de @iamlenaheady

A nivel global, se discute con frecuencia qué hacer con este creciente número de desplazados, entendiendo que la construcción de nuevos centros urbanos debe ser la última opción debido a las terribles consecuencias ambientales, sociales y económicas que estos proyectos tienen. Entre los impactos negativos se contempla la pérdida de empleo de sus nuevos habitantes, acompañada por la falta de servicios públicos complementarios y un profundo desconocimiento de las relaciones entre sociedad y territorio expresado en diseños urbanos y arquitectónicos monótonos y desterritorializados.

Vemos cómo esto resulta en centros urbanos que limitan o incluso imposibilitan las oportunidades de desarrollo de la población, aumentando sus niveles de vulnerabilidad y pobreza y muchas veces siendo abandonados por la gente a los pocos años de haber sido construidos.

El Perú es uno de los pocos países en el mundo que cuenta con leyes de reasentamiento poblacional preventivas, las cuales – en teoría – permitirían poder contar con tiempo suficiente para poder planificar y priorizar adecuadamente las acciones a seguir para poder lograr nuevos centros urbanos para los futuros refugiados climáticos que sean socialmente justos y ambientalmente sostenibles. Un proyecto emblemático de reasentamiento poblacional preventivo es la Nueva Ciudad de Belén, en Iquitos, liderado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) desde el 2014, año en el que se promulgó la ley que declara como Zona de Alto Riesgo no Mitigable a la Zona Baja de Belén.

 

 

Nueva Ciudad de Belén del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. Fuente: Construccionyvivienda.com

 

El terreno destinado para la Nueva Ciudad de Belén se encuentra a más de 13kms del mercado de Belén, el centro laboral de la inmensa mayoría de la población. Además, se encuentra en la zona de amortiguamiento de la reserva natural Allpahuayo-Mishana, es de difícil acceso al contar únicamente con una trocha de suelo arenado como acceso y, hasta el momento, no se han podido identificar los proyectos definitivos de acceso de agua y desagüe para las más de 2500 viviendas proyectadas. A Mayo del 2019, se han construido alrededor de 350 viviendas de 40m2 en lotes de 120m2 de un solo piso, de concreto y ladrillo y ventanas de vidrio. Se tiene proyectado construir un centro de salud, centros educativos de varios niveles y un mercado de abastecimiento en esta nueva ciudad pero, hasta el momento, no se cuenta con ninguno de estos servicios de manera permanente.

Más preocupante aún es el hecho que sus habitantes han disminuido las actividades que representaban sus principales fuentes de ingreso y sus gastos de transporte han aumentado, además de contar con horarios limitados para desplazarse y no contar con alternativas viables de otras posibilidades de desarrollo socio-económico. Por último, la presencia de este proyecto ha promovido las invasiones de terrenos aledaños, aumentando la vulnerabilidad de la reserva natural.

Este proyecto es difundido en medios como un proyecto “sostenible” debido al uso de sistemas de climatización pasivas y techos elaborados con materiales vegetales.[1] Sin embargo, el uso de estos materiales ha resultado en viviendas donde hace más calor en el interior que en el exterior. Además, por razones de seguridad y privacidad, las personas duermen con las ventanas cerradas, lo cual incrementa aún más la temperatura, imposibilitando la ventilación cruzada. Aún más significativo resulta la implementación de viviendas de baja densidad, alejadas del centro urbano, lo que promovería la expansión y conurbación en el eje carretero. Este factor dista mucho de las recomendaciones promovidas en la Nueva Agenda Urbana de ONU-Habitat, la cual busca frenar las expansiones urbanas y la pérdida de áreas verdes. Asimismo, el diseño del centro urbano ha obviado por completo las particularidades territoriales, topográficas e hidrográficas del terreno donde se emplaza al haber sido diseñado como si el suelo fuese completamente plano, lo cual conllevará a serios desafíos para su implementación si es que el diseño no es corregido.

Por otro lado, tanto el diseño como la implementación de las viviendas se han hecho con una nula participación de la población y de los gobiernos locales en las tomas de decisiones, lo que ha imposibilitado el desarrollo de capacidades y adecuación de la infraestructura urbana a las necesidades y particularidades propias de la población en cuestión.

Los proyectos de reasentamiento poblacional preventivo deben ser entendidos y diseñados como programas que van más allá de la reducción de vulnerabilidades físicas, contemplando e integrando programas de desarrollo socio-económico a la planificación urbana y territorial del ámbito territorial en el cual se sitúan, lo cual deberá verse reflejado en el diseño urbano del nuevo asentamiento.

El cambio climático y sus impactos sobre centros urbanos nos obligan a continuar mejorando los procesos y diseños de las ciudades del futuro. No debemos preocuparnos solamente en el diseño de estas nuevas ciudades sino, sobre todo, cómo estos se articulan con programas y procesos que promuevan el desarrollo de capacidades de los gobiernos locales y de la población para enfrentar los impactos del cambio climático en el futuro de manera social y ambientalmente sostenible.

 

[1] Ver: https://andina.pe/agencia/noticia-loreto-construiran-otras-500-viviendas-la-nueva-ciudad-belen-el-2019-724843.aspx

 

Imagenes:

  1. Barrio de Belén, Iquitos. Perú. Matt Wootton. https://www.flickr.com/photos/mattwootton
  2. “Hoy: las consecuencias de la guerra. Mañana: las consecuencias del cambio climático” Autor: Chris Madden. Fuente: Instagram de @iamlenaheady
  3. Nueva ciudad de Belén. Fuente: https://www.construccionyvivienda.com/component/k2/construiran-otras-500-viviendas-en-la-nueva-ciudad-de-belen-en-el-2019
  4. Encabezado: https://www.flickr.com/photos/johanohrling

 

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